Polémica en Alemania debido a una escultura de Cristo con sus atributos al descubierto.
Una artista alemana se ha colocado recientemente en el ojo del huracán debido a su peculiar a la vez que polémica, representación de Cristo provocando la exaltación del sector más conservador de la Iglesia.
La galería de arte Schacher de Stuttgart muestra estos días
una polémica exposición de la profesora de Arte Justyna
Koeke que ha provocado un auténtico terremoto en el seno de la
Iglesia alemana, según el diario alemán Bild.
Y es que la exposición recoge una escultura de Cristo en la que
está representado, al margen de otras peculiaridades, con sus atributos
masculinos al aire.
"Esta presentación viola los sentimientos religiosos",
afirmó Matthias Vosseler, representante de la Iglesia alemana, que directamente
calificó la exposición de blasfema.
Justyna no tardó en justificarse: "No estoy a punto de provocar un
escándalo, sino de cuestionar estas historias irreales
bíblicas".
Os dejamos la foto de la polémica escultura, junto a Justyna, para que
seáis vosotros mismos quienes juzguéis el "escándalo".
Realizado por Teresa García.
Una artista alemana se ha colocado recientemente en el ojo del huracán debido a su peculiar a la vez que polémica, representación de Cristo provocando la exaltación del sector más conservador de la Iglesia.
La galería de arte Schacher de Stuttgart muestra estos días una polémica exposición de la profesora de Arte Justyna Koeke que ha provocado un auténtico terremoto en el seno de la Iglesia alemana, según el diario alemán Bild.
Sin ánimo de ofender a nadie, considero que mostrar las partes íntimas en una representación de Cristo no debería considerarse como un acto blasfemo. Creo que la Iglesia es muy poco flexible, y que su negación al cambio y a nuevas expresiones religiosas podría desembocar en una reacción social negativa a la misma. Teniendo en cuenta que la opinión social actual de la Iglesia no es excesivamente positiva, la Iglesia debería replantearse sus reacciónes defensivas ante el resto del mundo y abrirse al cambio.
ResponderEliminarAlba Muguerza Olcoz